He dado pistas sobre esto en varios artículos del blog, y lo he dicho directamente en mi último artículo sobre viajar; soy ateo, pero como la palabra no tiene tan buena reputación (para algunos suena como si fuera anti-teista o que tu filosofía de vida gira en torno a oponerte a la religión), el título que yo prefiero es el de Humanista.
Esto simplemente significa que tu tienes un entendimiento naturalista del mundo, o una apreciación tipo “lo que ves es lo que obtienes” de como funcionan las cosas, sin fuerzas sobrenaturales (dioses, karma, “la fuerza”, vibraciones positivas, la ley de la atracción, poderes psíquicos, astrología, etc.) en juego.
Ahora, no puedo decir que yo definitivamente sé que esta forma de ver el mundo sea absolutamente correcta, de la misma forma en que no puedo “saber” que la tetera de Russell si existe y está orbitando nuestro sistema solar en alguna parte, pero me siento bastante seguro sobre eso, y mis variadas e increíbles experiencias de viaje han fortalecido esta seguridad.
Existen muchos argumentos que soportan esta visión del mundo, pero en el artículo de hoy quiero darte algunos de esos argumentos solo en el contexto de alguien que ha visto muchas cosas asombrosas viajando como yo lo he hecho, y como al haber visto y experimentado muchos eventos increíbles (muchos de los que aún no he blogueado), no ha arremetido mi seguridad en un punto de vista científico y lógico de como funciona el mundo.
Muchos de ustedes puede que hayan visto algunas cosas increíbles en sus viajes o en casa que nunca puedo entender o apreciar que fortalece sus conceptos religiosos, y eso está bien, ya que yo no estoy aquí para probar que nadie está correcto o equivocado.
Yo solo escribo esta pieza para ofrecer mis pensamientos, ya que mucha gente ha sugerido que tener muchas experiencias de viaje (y el incremento definitivo de experiencias afortunadas, cosa que discutiré más adelante) tal vez debería hacerme más religioso o supersticioso, y estoy fuertemente en desacuerdo.
Aquellos de ustedes que han leído mi blog el tiempo suficiente saben que yo viajo por las personas (no por los panoramas, no por razones históricas, y ni siquiera por el idioma, el cual es mi medio para llegar al fin de conversar con aquellos a quienes llegue a conocer), y es por eso que tengo fe en las personas, y por qué la fascinación que tengo por los seres humanos no tiene límite, sin ninguna fuerza misteriosa, además de eones de evolución tras ellos.
Mi trasfondo religioso
Primero, solo para dar algo de contexto, yo vengo de Irlanda, un país católico, y fui criado católico. Yo fui niño de coro por casi diez años (¿por qué crees que me gusta cantar tanto?), y muchos de mis profesores en la secundaria eran sacerdotes.
Me siento muy feliz de haber crecido donde lo hice y de tener las experiencias que tuve, y definitivamente no tengo una agenda negativa contra alguna religión en particular; los sacerdotes que me enseñaron matemáticas, geografía y varios temas en la escuela eran personas increíblemente inteligentes y amables, y yo aprendí mucho de ellos; no solo de los hechos presentados en clase, sino también de sus estándares morales tan altos en la vida.
Yo era religioso, y no tuve ninguna experiencia que me desalentara sobre la iglesia.
Todo lo que pasó fue que fui a la universidad, y por primera vez tuve un poco más de libertad en decidir si yo iba a ir a la iglesia o no.
Seriamente pensé sobre la pregunta de como funciona la religión, y quería tener seguridad en mis creencias, porque si todo fuese verdad, entonces para asegurarme de llegar al cielo yo debería seguir las reglas con precisión. Para mi no existía posibilidad de ser una persona religiosa mediocre. Era todo o nada.
Inclusive cuando yo estaba estudiando ingeniería electrónica, el cual era un curso increíblemente demandante, me tomé mi propio tiempo para leer (gracias a la maravillosa biblioteca de mi universidad) sobre varias escuelas de pensamiento filosóficas, y atendí a un par de debates sobre religión en mi universidad.
Muy lentamente después de muchos meses de pensar sobre eso seriamente, la idea de que mi religión en particular, basada en un libro escrito por humanos hace miles de años, fuese verdadera, parecía cada vez menos y menos probable, y luego cualquier concepto de una fuerza sobrenatural detrás del universo empezó a parecer menos probable.
Hay mucha ciencia en la ingeniería, y el rigor científico demanda que las aclamaciones extraordinarias requieren evidencia extraordinaria, y yo no pude encontrar ni siquiera la más mínima evidencia (además de anécdotas) para soportar ningún fenómeno sobrenatural.
La ciencia (no solo la física, química y biología, sino inclusive la ciencia del comportamiento humano; psicología) tiende a explicar muchas cosas sobre como funciona el mundo.
Aún hay algunas preguntas sin respuesta, pero la religión nunca me proveyó con respuestas satisfactorias para esas preguntas, en vez de un mucho más honesto “no sabemos”.
Así, dejé de ir a la iglesia y decidí apreciar el mundo por lo que yo definitivamente sabía que había en el, e intenté vivir mi vida alrededor de esta forma diferente de ver el mundo.
Implicaciones morales para un viajero con “cero consecuencias”
Ahora, una pregunta que muchas personas religiosas podrían preguntar es ¿Que me detiene de hacer cosas horribles ahora que yo ya no tenía a una conciencia moral invisible afuera de mi, verificando que yo no hiciera cosas malas?
En general esta es una buena pregunta, pero respondida por la mayoría de personas porque ellos viven en algún lugar donde la gente sabe lo que haces, o con el tiempo encontrarán lo que haces.
La evolución humana nos ha convertido en gente tribal, y si hiciéramos cosas horribles, alguien se enteraría y nos sacarían de la tribu, lo cual desde el punto de vista evolutivo es una sentencia de muerte a tus genes.
Así, yo creo que el incorporar la moralidad en la vida humana para ayudar a mantener orden en las tribus es una causa perfectamente razonable que justifica una razón de por qué la gente es buena.
Pero esta explicación ya no funciona para mi, ya que yo me mudo muy frecuentemente. Esencialmente, si yo fuese una persona terrible en un lugar, yo “me podría salir con la mía” porque nadie en el siguiente lugar sabría sobre eso.
Olvídate de robar y matar y cualquier cosa muy ilegal, porque me podrían arrestar por eso inclusive si me mudara a otro lado; ¿que tal solo ser una persona mala en general?
¿Que yo no debería no dejar propinas en ciudades estadounidenses a las que nunca regresaré? ¿Que no debería dormir con chicas crédulas y romper sus corazones porque aquellos en el siguiente lugar que yo visite no lo sabrán? ¿Que no debería tomar ventaja de la amabilidad de la gente en algún lugar para agarrar lo que no merezco de personas que confían en mi?
Si lo piensas, romper estas reglas sociales es mucho más fácil para un viajero, ya que esencialmente no hay consecuencias. Pero me rehúso a hacer eso porque yo si creo en hacer lo correcto, y en seguir una brújula moral en mi vida.
La cosa es que me han pasado cosas muy malas en mis viajes; cosas que no merecía porque en mi camino se cruzó alguien de poca moral.
Chicas que han roto mi corazón, gente que me ha tratado injustamente, que me ha dicho cosas horribles, que han herido mis sentimientos muy profundamente, y muchas otras cosas terribles de gente mala.
Eso me hace sentir terrible cada vez, y yo absolutamente odiaría hacerle esto a otras personas.
Para mi esta explicación es todo lo que necesito. No necesito que alguna fuerza me castigue por hacer algo malvado; la empatía es todo lo que necesito para asegurarme de no dejar un lugar peor a como lo encontré.
Además de esto, yo pienso que existe una explicación lógica de por qué un viajero es moral; existen pistas en el lenguaje corporal que muchos de nosotros expresamos subconscientemente cuando estamos mintiendo o engañando a alguien.
Puede que no nos demos cuenta de esos gestos, y la persona con la que estamos hablando podría no estar consciente de ellos tampoco.
Pero hasta cierto punto, las cosas malas que alguien hace al otro lado del planeta si las siguen. Yo no creo que el “karma” mantenga registro de lo que tu hagas, pero tú mantienes registro tu mismo, y la falta de habilidades sociales y empatía se te ve cuando interactúas con las personas.
No es una garantía, pero es posible que eso llevará a que otros no confíen en ti o que vean a través de tus mentiras, y que algo malo ocurra como resultado.
Tu traicionas tu propia moral débil, sin importar que tan buen actor seas. Así, las malas acciones si pueden regresar para morderte el trasero; nadie dice que definitivamente lo harán, pero pueden:
Por otra parte, si tu eres una buena persona la gente puede darse cuenta de ello, y abrirán sus hogares para ti y serán amables contigo. Esto siempre me ha ayudado a mantener mi fe en la gente a pesar de cualquier cosa desafortunada e injusta que me pase como viajero solitario.
Yo puedo ver que las personas son amables conmigo cuando ellos no necesariamente lo serían con todos los demás. Ellos dicen que pueden “verlo en mis ojos”, y yo dije que ellos pueden verlo en mi lenguaje corporal, palabras, vacilaciones y muchas otras pistas comunicativas que expreso sin saberlo.
Para mi, la idea de que necesitamos a algún dios para hacernos hacer lo correcto es insultante. ¿Que tu no puedes ser bueno porque eso mismo es intrínsecamente bueno, por las reglas básicas de las interacciones humanas, y por como te gustaría que te trataran en la misma situación?
No necesitas una recompensa en el cielo o castigo en el infierno. Dejar un lugar mejor a como lo encontraste, o hacer a una persona más feliz y mejor es la recompensa en si misma. Este es el legado que todos podemos crear a media que interactuamos con el mundo.
¿Que hay de las ocurrencias afortunadas y poco probables que siguen ocurriendo?
Cuando tu viajas, un montón de cosas muy extrañas te empiezan a suceder – eventos poco probables que parece que no pudieses explicar como simple azar.
Para muchos esto se siente como si hubiese una fuerza en juego. Tiene que haber algún tipo de cosa sobrenatural ocurriendo, ya que ninguna otra explicación parece ser satisfactoria.
Para mi, este es un enorme malentendido respecto a como funciona el azar realmente, y casi siempre involucra ignorar información esencial.
Cuando tu estudias estadística matemática, ¡tu de verdad empiezas a apreciar que nuestra intuición sobre el azar está muy errada! Un ejemplo típico es que tu solo requieres 23 personas en un cuarto para que haya una probabilidad de 50/50 de que dos de ellos compartan el mismo cumpleaños (¡y solo 57 para una probabilidad del 99%!)
Cuando tu escuchas esto por primera vez suena increíble, ya que nuestra intuición nos dice que debe ser una probabilidad de 23 en 365 (6.3%), pero ese simplemente no es el caso cuando lo trabajas tomando todo en consideración (como el hecho de que tu verificas cada persona contra todas las demás, y luego la siguiente persona contra todas las demás, y añades estas probabilidades separadas.)
Nuestro entendimiento insuficiente sobre la probabilidad está idealmente adaptado a la pequeña cantidad de circunstancias que personas tribales pueden encontrar, pero al viajar tu te estás abriendo a muchas experiencias posibles, lo cual hace que con el tiempo cosas poco probables se vuelvan muy probables.
La última oración parece una completa contradicción, pero permíteme ponerlo de esta forma; me he encontrado con personas que ya conozco, totalmente al azar, en los lugares más inesperados en el planeta.
Esto podría sentirse como si algún destino o consciencia colectiva humana o telepatía o algún dios está en juego. Pero no, la probabilidad de encontrarme con alguien a quien ya conozco en algún lugar aleatorio en un enorme planeta como el nuestro podría ser un número microscópicamente pequeño, seguro.
Eso es en general, pero eso ignora un montón de información crucial.
Por ejemplo, yo nunca me encontraré en el 99% de la superficie de la tierra, ya que es muy difícil y peligroso, o muy frio/caliente/seco/mojado o simplemente poco interesante.
Existen ciertos lugares donde es más probable que la gente se encuentre, como ciudades pobladas. Existen ciertos lugares dentro de esas ciudades (o caminos turísticos fuera de las ciudades) donde es más probable que estén los viajeros, como lugares turísticos, lugares de encuentro para inmigrantes, otros lugares de encuentro que los inmigrantes conocen si quieres conocer gente local, eventos que son atractivos para gente de tu edad, y así.
Esto hace que el número de lugares en donde te puedas encontrar sea mucho menor de lo que crees. Aún así es muy alto, seguro, pero de seguro es lo suficientemente bajo de tal forma que si viajas por el tiempo suficiente, en lugares a los que otros viajeros van, entonces con el tiempo estadísticamente tu simplemente tendrás que encontrarte con alguien que conoces.
Se siente como magia cuando ocurre, pero son solo las leyes de la probabilidad en juego.
Me gusta el lema de Couchsurf: “El mundo es más pequeño de lo que crees”. El couchsurfing es un ejemplo de una red a la que yo hago parte – yo también conozco a otros viajeros blogueros, aprendices de idiomas, y gente que son parte de otros grupos sociales específicos.
Cuando tu combinas ese grupo de gente más restringido con las otras restricciones de donde tu probablemente terminarías al viajar, ¿entonces como es que no puedes encontrarte con alguien que conoces, o por lo menos parte de ese grupo estrecho, o tener un amigo o experiencia en común, cuando viajas lo suficiente?
Siempre que esto pasa, aquellos con los que me encuentro sienten como si alguna magia nos hubiese traído juntos. Yo por otra parte pienso que el hecho de que yo viajo abre un mundo de oportunidades.
Yo encuentro que mi “campo de distorsión de realidad” expande mi rango de experiencias al tener la mente abierta a intentar cosas nuevas, y exponerme al mayor número de personas que pueda.
Durante los cuatro años que estudié en la universidad yo casi nunca salía, y no me abrí a mi mismo a experiencias nuevas e interesantes, y así no puedo recordar ninguna ocurrencia afortunada interesante o historias locas.
Al viajar tengo que abrirme a muchas nuevas posibilidades, así que simplemente estoy expandiendo la posibilidad de las cosas que pueden pasarme; muchas de las cuales serán maravillosas y poco probables en el momento, pero que algo interesante ocurre será más que todo probable.
Un enorme malentendido de aplicar el azar es pensar en eso como una ocurrencia en particular. La probabilidad de que yo me encuentre con una persona específica en un lugar específico a una hora específica ciertamente es pequeñita, pero la oportunidad de encontrarme con alguien que conozco, en algún lugar del mundo, al haber pasado el tiempo suficiente, es mucho más probable.
Viaja y explora el mundo, y ciertamente tendrás experiencias maravillosas y afortunadas. Me encanta cuando ocurren estos momentos pintorescos, pero estos no me hacen preguntarme sobre mis poderes psíquicos de gravitar a la gente hacia mi, ni nada así.
Esos momentos solo confirman mi creencia de que nosotros los humanos tenemos más en común que lo que creemos. Es probable que pensemos en las mismas canciones geniales, en raras ocasiones al mismo tiempo, es probable que visitemos los mismos lugares, y es probable que tengamos pensamientos similares.
Lo similares que realmente somos es una de las lecciones más grandes que he aprendido viajando.
Yo pienso que en si esto es fantástico, sin requerir ninguna causa sobrenatural. Escribí en más detalle como entiendo que funciona la suerte aquí.
¿Que no es deprimente?
La cosa sobre viajar solo es que tu ciertamente puedes estar verdaderamente solo; yo me he encontrado en muchas situaciones donde yo literalmente no tengo ningún amigo en el mundo en miles de kilómetros.
Eso puede ser un pensamiento muy aleccionador. Algunas personas pueden darse consuelo en estas situaciones creyendo que son “observadas” por un poder supremo, y yo obviamente no hago eso.
Sin embargo, yo no me siento solo gracias a mi forma lógica de ver las cosas.
Yo no creo que ningún destino me está llevando en una dirección en particular, creo en que tengo que cuidarme bien y asegurarme de que me exponga a mi mismo a la mayor cantidad de gente amigable que pueda, para que así la cantidad de amabilidad que yo reciba se incremente.
Cuando los tiempos son difíciles, no miro al cielo y pregunto por qué he sido olvidado, y no rezo. En su lugar intento hacer algo tangible que pueda mejorar mi situación, y luego puede que sobreviva a dicha situación para contar la historia.
La gente religiosa ha sugerido que esta visión del mundo es deprimente. ¡Por qué imaginar que no hay cielo! Yo si pienso que es fácil pensar negativamente hasta caer en el espiral negativo de la depresión cuando los tiempos son difíciles…
Pero en vez de ofrecer algún pensamiento alegre sobre como un universo sin que la gente buena sea recompensada por toda la eternidad es “mejor” (no lo sería; es un pensamiento más bonito, aunque pensarlo y desearlo no lo hace más real), yo simplemente intento no pensar sobre cosas así de negativas.
No le veo el punto; cada momento que pensamos sobre la vida después de la muerte, y si existe o no es tiempo perdido en ESTA vida.
Sea que haya una o no, que yo piense sobre esas cosas por horas incontables no va a cambiar los hechos. Preocuparme es tan efectivo como “tratar de resolver una ecuación algebraica masticando chicle”.
Yo solo tengo una vida, y tengo la intención de usarla sabiamente; vivirla, experimentando muchas cosas, conociendo a muchas personas maravillosas, incrementando mis probabilidades de que me pasen cosas interesantes, tratar de hacer que este lugar sea un poco mejor de como yo lo vaya a dejar, tal vez inspirando a algunas personas con este blog, y haciendo lo que sea que pueda para dejar una marca real en le mundo.
Ese será mi “legado”.
El mundo físico en frente de nosotros y las infinitas e increíbles oportunidades abiertas a nosotros es el porqué yo me rehúso a deprimirme porque a la gente buena le pasen cosas malas, asegurándome de que yo no sea parte de esas cosas malas.
Muchos puntos de vista interesantes
Pero una vez más, no me gusta referirme a mi mismo como ateo, y pienso que la palabra Humanista (o Humanista secular) se siente más apropiada a mi visión del mundo.
El hecho de que lo he mencionado tan poco en el blog debería mostrarte que no ser religioso a duras penas es mi filosofía de vida, de la misma forma en que no ser un coleccionista de estampillas a duras penas es un hobby.
Mi filosofía es que el mundo tangible, el cual todos estamos de acuerdo que está frente a nosotros, es algo fantástico sin necesidad de añadirle cosas sobrenaturales extra para darle sabor.
Como una vez dijo Douglas Adams: “¿Que no es lo suficientemente bello ver que un jardín es hermoso sin tener que creer también que hay hadas en el fondo del mismo?”
Mi entendimiento lógico (y enfoque humanista) del mundo me ha ayudado a vivir mi vida mucho mejor.
El mundo sigue ciertas reglas particulares, como reglas sociales, psicológicas y biológicas, y al intentar tener en mente estas reglas que yo se que definitivamente se aplican, o hacer mi mejor intento para entender esas reglas, puedo trabajar con ellas para asegurarme de que puedo vivir una vida plena, conocer gente fascinante, hacer una diferencia real, o inclusive tener una vida divertida e interesante.
Dicho esto, nunca he sentido la necesidad de “convertir” a la gente, y la idea haría mi integración cultural casi imposible, especialmente cuando viajo a países donde la gente es muy religiosa y es posible que tengan la mente cerrada hacia aquellos que no sean religiosos.
Por eso sería mejor si ellos me juzgan por el tipo de persona que soy, y como interactúo yo con ellos.
He pasado tiempo con un monje budista, he atendido bodas en muchos países, y he recibido los rezos de mucha gente amable.
Puede que no sea muy fuerte en mi la validez detrás de actos o formas de vida así (nota que muchos no consideran el budismo estrictamente como una religión, pero si está constituido por ciertos rituales y un cierto sistema de creencias), pero le da significado a muchas personas y yo no trato de menospreciar eso ni intento forzar mis filosofías en los demás.
Aunque definitivamente hay muchos aspectos con los que nunca estaré de acuerdo, como la forma en que aquellos en poder y con misiones religiosas influencian al mundo real (haciendo cosas como restringir los derechos gay, frenar la legislación del aborto, prevenir que los anticonceptivos lleguen a países más pobres, etc.), eso nunca es una buena razón para enfadarte con personas religiosas individuales, quienes genuinamente intentan hallarle sentido al mundo como mejor pueden.
El respeto y una mente abierta viniendo de ambos lados es la mejor forma de seguir adelante.
Dicho eso, yo si espero que más personas aprecien lo maravilloso que es el mundo en el que vivimos, y como es mejor si luchamos para crear un “paraíso” en la tierra abriendo barreras entre culturas, y generalmente tratando de llevarnos bien el uno con el otro.
Aunque tu estés en desacuerdo conmigo, pienso que una apreciación humanista del mundo conlleva a que esto sea mucho más fácil, y viajar un poco puede abrir tus ojos a lo maravillosos que realmente son los humanos.
El hecho de que cosas increíbles tienen explicaciones lógicas no le quita al hecho de que pueden inspirar asombro y hacernos apreciar más el mundo.
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Hola, ¡que tal! Aquí Santiago, el traductor.
Si te llama la atención este punto de vista humanista y lógico del mundo, te invito a leer la traducción que hice de un artículo originalmente escrito por Steve Pavlina llamado 10 razones por las que nunca deberías tener una religión.
Puedes ver el artículo en mi blog de traducciones aquí.